Introducción
Una creencia muy arraigada en la actualidad respecto al deporte en general es la que manifiesta que su origen se remonta directamente al mundo de la Grecia clásica. Sin embargo, esta creencia es un rotundo error debido a que en torno a estas dos prácticas corporales (el deporte moderno y el ejercicio físico practicado por los griegos antiguos), existen hechos, prácticas, ideologías, sistemas de comportamientos, perspectivas y objetivos que marcan una diferencia abismal entre una y otra.
Utilizando como elemento de análisis al contexto histórico que dio luz a estas actividades, realizaré una comparación que ayude a demostrar que estas dos prácticas no están emparentadas como tradicionalmente se ha creído, es decir, mediante la comparación del modo de producción existente en cada una de estas dos diferentes épocas (la época moderna y la época de la Grecia antigua), evidenciaremos que el deporte moderno no es una herencia resultante del ejercicio físico practicado por los griegos en la antigüedad.
Considero importante llevar a cabo este trabajo porque me parece que se ha realizado una errónea interpretación de los hechos y de los datos empíricos de la historia deporte. Creo que se ha realizado una interpretación anacrónica del concepto deporte, de sus hechos y su historia, es decir, los datos y hechos pertenecientes al deporte han sido interpretados como iguales, filiales o afines a prácticas similares practicadas y surgidas en la antigüedad. De esta errónea contextualización ha surgido la creencia de que el deporte moderno es un producto directo de las actividades físicas practicadas en la Grecia clásica.
El deporte moderno: sus implicaciones económicas
En lo que respecta al deporte podemos ubicar el origen de estas actividades en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX. La aparición del deporte moderno en este país se debió a una serie de factores sociales derivados de la Revolución Industrial que en gran medida permitieron a la sociedad inglesa tener y mejorar su modo de vida. “El primero y más importante factor del desarrollo deportivo ha sido la aparición del tiempo libre y el ocio gracias al impetuoso desarrollo de las fuerzas productivas.”
Definitivamente la revolución industrial influyó profundamente en el modo de vida de la sociedad inglesa de la segunda mitad del siglo XIX, a tal grado que muchas de sus tradiciones culturales adquirieron complejidad al intensificarse y difundirse su práctica. El deporte fue una de ellas y esto fue posible debido a que surgen “diversas innovaciones reales, en la agricultura, transportes, industria, comercio y finanzas…”
La bonanza económica de la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX permitió, en primera instancia, la consolidación del deporte y su conversión en práctica profesional.
A medida que crecía el número de practicantes y aficionados, también crecieron las posibilidades de éxito comercial, empresarial e industrial del deporte, situación que en la antigua Grecia no encontramos porque como líneas arriba mencionamos, el trabajo estaba estancado en la fase del trabajo a jornal.
Algunos teóricos como Carl Diem.
Proponen que los ingleses tenían peculiaridades afectivas a las apuestas, a los juegos, a la competencia y a las demostraciones de fuerza física. Fue por medio de las apuestas que inicia la inversión económica en el deporte, pues, se montó toda una organización que buscaba a toda costa recuperar el dinero y el tiempo invertidos, además, de una considerable ganancia, aunque en ocasiones esto no fuera tan fácil de conseguir ya que por momentos, obviamente, se tuvieron pérdidas y derrotas.
Tenemos además el surgimiento de las reglas y la noción de la ética de la competencia deportiva como una medida utilizada para frenar los excesos del comportamiento al momento de practicar deporte, ya que los ingleses, eran asiduos a los excesos del alcohol, la innovación de normar las prácticas deportivas condujo a lo que Norbert Elias denomina como el proceso de deportivización, un proceso inmerso dentro del proceso de civilización que condujo a la transformación de las sociedades preindustriales hacia la modernidad y consistente en la regularización y reglamentación más estricta de las prácticas de ocio como la caza de la zorra o el folk football, a fin de eliminar y disminuir en medida de lo posible los roces violentos. Las regulaciones a los divertimentos, de acuerdo a Elias, es una derivación directa de una misma corriente civilizadora que buscaba tener un íntegro y efectivo control de los medios de violencia por parte del Estado.
Richard Mandell por su parte les reconoce a los ingleses la creación de las reglas escritas para los diversos y distintos deportes, además, de la instauración del concepto “récord”, del trabajo en equipo, del juego limpio y la planificación del entrenamiento.
Jean Marie Brohm establece otra idea acerca del génesis del deporte, Brohm propone rechazar en primer lugar los planteamientos que remiten el origen del deporte al origen mismo del hombre. Brohm plantea que el deporte surge como producto directo del naciente capitalismo implantado en la Inglaterra del siglo XIX.
El deporte no es herencia histórica de la antigüedad, las antiguas representaciones obedecían a situaciones específicas como práctica militar y juego ritual y no como práctica competitiva. Para Brohm los clubes y las asociaciones son entidades comerciales que compiten entre sí, mercantilizan tanto con la práctica como con la figura del deportista y junto con el Estado buscan obtener beneficios económicos y políticos pues el deporte es un objeto de mercado, un objeto de consumo, tanto para los practicantes como para los aficionados.
Por su parte Pierre Bordieu, considera que la transición de pasatiempo-rural a deporte se dio en las escuelas públicas inglesas (escuelas de las altas esferas sociales). Estas instituciones le adhieren a los pasatiempos-juegos sus propios valores, sus reglas, su sello particular: “las buenas costumbres” propias de las clases altas buscando transmitirlas a los alumnos y ayudar en su formación, buscando inculcar en ellos el respeto a las reglas, a desarrollar el temple y el coraje, la mentalidad ganadora pero sin olvidarse de las leyes y de que se es un aristócrata ante todo y así diferenciarlo de las clases bajas quienes fácilmente pierden el control de sí y buscan ganar a toda costa, incluso con trampa.
Fue en los clubes, en las instituciones que expresaban o denotaban alto estatus y que se conformaban por aristócratas, nobles o caballeros lo que llevó al surgimiento del deporte moderno y a la organización de eventos y competencias con las características que conocemos en la actualidad, ya que se estableció una unificación de criterios, conceptos y reglas, además, de instaurar organismos reguladores y visores encargados de supervisar la correcta práctica de la actividad con apego a las reglas y su estricto cumplimiento, al proporcionar árbitros o jueces.
Los clubes privados primero y luego las escuelas públicas apoyadas por el gobierno, se enfocaron en difundir el deporte, ya que se vislumbró la posibilidad de utilizarlo como medio de control social y como negocio. Fue un instrumento para las organizaciones, federaciones, asociaciones, clubes, escuelas y para el Estado mismo, para en mayor o menor medida influir en las masas, para difundir ideologías y para llevar a cabo fines y objetivos concretos (algunos de ellos muy alejados del deporte).
En la modernidad cambia la concepción del deporte, ahora su práctica se concibe como un medio de movilidad social, esta situación fue el detonante de masificación en Europa. En cambio, para las elites el significado que tenía el deporte era como actividad de tiempo libre que le brindaba honor y respeto, las clases bajas por su parte, lo interpretaron como un medio para acceder al dinero y como una forma de salir de la pobreza, una forma de cambiar de estatus.
Con la modernidad y con el capitalismo se da el definitivo surgimiento del profesionalismo deportivo y a partir de esta nueva concepción, se establece un replanteamiento de la práctica, en función de que se requiere de una optimización sistemática y dosificada de la teoría del entrenamiento, la cual, permite un rendimiento más eficaz y un desempeño atlético superior en la competencia que acerca al atleta a la victoria, al éxito o récord y por ende al dinero. De esta misma premisa surge el aprovechamiento tecnológico disponible en las diversas épocas, a fin de mejorar en medida de lo posible el equipamiento y así facilitar la práctica.
El entrenamiento debe verse como una inversión trabajo-tiempo que a la larga producirá ciertos beneficios. Los obreros gracias al dinamismo del industrialismo inglés del siglo XIX, poco a poco fueron teniendo mayor tiempo libre que fue utilizado para entrenarse. La modernización de la Inglaterra del siglo XIX permitió el desarrollo urbano, mejores medios de transporte, una estabilidad política, menos guerras, más educación y mayor tiempo de ocio. La modernidad propició un campo fértil para la consolidación del deporte, el cual, pasó de pasatiempo a deporte amateur y de deporte amateur a deporte profesional-espectáculo.
El ofrecer un espectáculo intenso, divertido y de alto nivel competitivo atrajo a las multitudes hacia los eventos deportivos quienes estuvieron dispuestos a pagar una entrada a fin de presenciar un encuentro deportivo. Pero a fin de poder ofrecer un espectáculo de alto nivel competitivo, hubo que invertir importantes sumas de dinero en la “materia prima”, es decir, los deportistas, quienes ofrecen su máximo esfuerzo y llevan al máximo sus habilidades corporales como si fueran éstas su mano de obra y ven al deporte como un trabajo más y se consideran a sí mismos como obreros especializados. Por tanto y a cambio de su trabajo exigen un salario, un sueldo y una manera de percibir el suficiente dinero para pagar los sueldos a los deportistas fueron las apuestas y las quinielas “Cabe, por tanto, afirmar que hacia mediados del siglo XIX apuestas y deporte caminaban de la mano, en estrechísima asociación.”
Hoy en día a diferencia del ejercicio físico practicado por los griegos en la antigüedad, la noción que se tiene del deporte es la de una actividad más de trabajo enfocada a producir riqueza o valores interpretados de esa manera, “hemos subsumido al sistema deportivo y todos sus fenómenos observables bajo el concepto de proceso de producción deportiva para significar, por un lado, que el sistema deportivo depende de un modo de producción económico dado (capitalista) y, por otro, que el propio sistema deportivo produce mercancías muy particulares: campeones, espectáculos, récords y competencias.”
No podemos hablar de deporte si falta el elemento científico, las reglas, la táctica, las mediciones, el entrenamiento o la organización racional, en función de que “El deporte se ha convertido en una actividad seria que moviliza todo el arsenal de los conocimientos teóricos y técnicos del hombre hacia una misma meta. El deporte se ha convertido en la ciencia experimental del rendimiento corporal”, exige medicina, organización y estructura administrativa, negocio y emblema nacional.
El deporte por tanto, se basa en el progreso, en batir o imponer una marca, es lo que denominamos como progreso deportivo, pero para que éste sea constante el deporte ha hecho uso de elementos de registro como el cronómetro el cual cambio el sentido y la noción que tenía el deporte en sus orígenes, pues en definitiva, transformó el paradigma y los objetivos, pues si antes sólo se pensaba en ganar con el cronómetro se pensó en ganarle a todos. Recordemos que la medición del tiempo representa competir contra los mejores de la historia comparando los registros “El récord es un idioma que une al deportista debutante con el campeón de todos los tiempos…”
Es precisamente la noción de imponer un nuevo registro, un nuevo record, la medida o el valor cuantitativo con el cual se mide el esfuerzo de cada deportista, de cada hazaña, es el modo de calcular el valor de la hazaña realizada. Todos los atletas en la línea de salida son iguales, pero en la llegada es donde se dan las diferencias. Esto lleva a la selección de los mejores deportistas por un principio básico: la marca.
El récord es la representación cuantitativa del esfuerzo individual, la medida de su potencial y conforme lo vaya desarrollando mostrará mayores valores cuantitativos.
A diferencia de los griegos, que solo se enfocaban a ganar, hoy en día en el deporte moderno, no sólo se busca ganar, sino que se busca ser el mejor en el tiempo y en el espacio, se busca progresar constantemente, se busca trascender dejando un precedente cuantitativo que incluso puede perdurar más allá de la vida deportiva del atleta: el récord.
Por tanto, el deportista, el atleta en la modernidad, representa la figura un trabajador más, un asalariado sujeto a explotación, porque sobre él se encuentran valores e inversiones impuestas que en cierta manera reproducen las formas de producción capitalista, por ejemplo, Rigauer dice “el principio de rendimiento se ha desarrollado históricamente a partir de la producción capitalista industrial, es decir, a partir de la búsqueda del máximo beneficio, en relación con los valores socioculturales y sociopolíticos y las reglas normativas.”
A. Wohl afirma que “en la búsqueda, característica del deporte moderno, de la capacidad de marcas superiores, de récords de rapidez y del desarrollo completo de la capacidad motriz, se refleja simplemente el desarrollo de la técnica moderna industrial y de sus exigencias.”
Estos elementos que actualmente se encuentran inmersos dentro del deporte, son los que a grosso modo diferencian el deporte moderno actual del ejercicio físico practicado en la antigüedad por los griegos.
Conclusión
En los contextos históricos de la Grecia antigua y la época moderna, es posible observar como el ejercicio físico y el deporte se vieron favorecidos por la imposición, por la puesta en marcha de modelos económicos específicos (el esclavismo y el capitalismo) que les permitieron a sus respectivas sociedades hacerse de los excedentes necesarios para solventar las necesidades primigenias y esenciales para la vida, además, de permitir el goce de un mayor tiempo libre el cual les permitió ocuparlo en el cultivo y desarrollo de otras actividades.
También, es importante recordar que los valores impuestos a cada una de las prácticas no eran los mismos: el ejercicio físico practicado por los griegos en la antigüedad estaba cargado de un simbolismo religioso y de valores bélicos, en cambio, el deporte actual se ve cargado de valores de producción, de plusvalía y de un muy arraigado culto al dinero que circula en torno a la instauración de nuevas y mejores marcas.
Por último me resta decir que estas dos actividades corporales (el ejercicio físico y el deporte), tienen diferencias muy marcadas entre sí que no pueden pasar desapercibidas para los investigadores y sólo indagando a profundidad las afectaciones sociales que generaron y los objetivos que cada una de ellas buscaba en sus respectivos contextos, se podrá revelar claramente las desigualdades que las separan y así finalmente concluir que el ejercicio físico practicado en la antigüedad por los griegos no es el precedente directo del deporte moderno.
¿Qué es el deporte?
El deporte es una actividad física que realiza una persona o grupo siguiendo ciertas reglas y dentro de un espacio físico determinado. Está generalmente asociado a las competencias de carácter formal y sirve para mejorar la salud física y mental.
En algunos casos, el deporte es institucionalizado por asociaciones deportivas, federaciones o clubes.
Es común confundir los términos deporte y actividad física o fitness. La diferencia reside en el carácter competitivo del deporte; en el caso del fitness o de la actividad física se realiza por satisfacción y recreo personal.
Fuente: https://concepto.de/deporte/#ixzz6mWQ06GJj
El deporte en el Antiguo
Egipto ocupaba una parte importante del ocio de los jóvenes de la antigüedad, quedando reflejado en numerosos testimonios: decoraciones en tumbas, vasijas, ostraca, etc. Aunque algunas actividades (especialmente las artes marciales) estuvieron preferentemente reservadas a la aristocracia, parece que personas de todas las clases participaba en multitud de deportes. No existía ninguna competición de la importancia de los Juegos Olímpicos, aunque se disputaban competiciones (al menos de alguna disciplina concreta).
Deportistas egipcios.
Podemos relacionar algunas de estas actividades deportivas de la época con algunos deportes modernos, aunque a menudo tengan pocas cosas en común:
Atletismo: se practicaban carreras a pie. Una carrera de ida y vuelta, de unos 100 kilómetros de distancia, se disputaba entre Menfis y el oasis de El Fayum durante la dinastía XXV (siglo VII a. C.) Los corredores invertían cerca de 8 horas en realizar el trayecto.
Boxeo: una representación pictórica, en la tumba de Jeruef, muestra a seis boxeadores en posición de combate.
Carreras de carros: se disputaban carreras de carros .
Asalto con palo: este deporte de lucha era muy popular en el Antiguo Egipto. Se han hallado numerosas representaciones de esta actividad y varios de estos bastones se han encontrado en la tumba de Tutankamon.
Lucha: gran deporte del Egipto antiguo, la lucha está atestiguada por numerosas representaciones como las pinturas de Beni Hasan, pertenecientes a la época de las dinastías XI y XII (hacia el 2000 a. C.), los relieves de la calzada de la pirámide de Sahura (hacia el año 2500 a. C.) o la tumba de Ptahhotep en Saqqara (hacia el 2350 a. C.) y en las tumbas del nomarca Jnumhotep II y de Sesostris II.
Deportes acuáticos: también se disputaban deportes acuáticos en el Nilo.
Tiro con arco: era el deporte por excelencia de la época. Los arqueros recibían lingotes de cobre.
Algunos faraones fueron célebres por sus hazañas deportivas que aumentaban su aura y su dimensión divina, en particular Amenhotep II. En La civilisation de l’Egypte pharaonique (Arthaud 1965), François Daumas cuenta que un joven príncipe muy atlético, el futuro faraón, era capaz de tensar su arco de tal forma que «las flechas atravesaban totalmente salmones de cobre de seis centímetros de espesor; las puntas sobrepasaban el blanco veinte centímetros». Aficionado a los caballos, también participaba en competiciones de coche de caballos.
Los nobles practicaban la caza para divertise. La más peligrosa era la caza del hipopótamo. El faraón cazaba también leones, toros salvajes, antílopes: unos bajorrelieves de Medinet Habu representa así a Ramsés III, cazando sobre su carro.
Existen evidencias que indican que el origen de los deportes clásicos se remonta al 4000 a. C. aproximadamente. En el antiguo Egipto se encontraron herramientas, utensilios y estructuras que son los precursores de deportes que hoy se practican, como el lanzamiento de jabalina y el salto en alto.
Por otro lado, la lucha y la maratón tienen su origen en la antigua Grecia. El término “maratón” surge gracias al soldado griego Filípides, quien murió de fatiga tras recorrer 37 kilómetros en el 490 a. C. desde la localidad Maratón hasta la ciudad de Atenas para notificar la victoria sobre el ejército persa.
La cultura griega dio mucha importancia al deporte y creó los Juegos Olímpicos de la antigüedad (base de los Juegos Olímpicos modernos) que se desarrollaron desde el 776 a.C. hasta el 393 d.C.
Tipos de deportes
Deportes de combate. Disciplinas en las que dos contrincantes luchan cuerpo a cuerpo a partir de ciertas reglas. Por ejemplo: boxeo, taekwondo, esgrima, judo, karate, kick boxing, lucha libre, artes marciales mixtas y jiu-jitsu.
Deportes de pelota. Disciplinas en las que el elemento esencial es una pelota y se juega de a grupos o individual. Por ejemplo: fútbol, rugby, voleibol, baloncesto, tenis, paddle, golf, handball, ping-pong, squash, cricket, hockey, béisbol, billar y lacrosse.
Deportes de atletismo. Disciplinas en las que los competidores se miden en pruebas de fuerza, velocidad, lanzamiento y salto. Por ejemplo: carrera, salto con vallas, salto con garrocha, salto en alto, salto en largo, lanzamiento de bala, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y lanzamiento de martillo
Deportes acuáticos. Se realizan sobre o en el agua. Por ejemplo: natación, surf, remo, windsurf, kitesurf, vela, buceo, kayak, waterpolo, esquí acuático, bodyboard y rafting.
Deportes de montaña. Se realizan en terrenos montañosos. Por ejemplo: alpinismo, senderismo, esquí, snowboard, ciclismo de montaña, tirolesa y escalada.
Deportes de motor. Se realizan sobre un vehículo motorizado. Por ejemplo: automovilismo (formula 1, rally), motociclismo (motociclismo de velocidad, motocross), motonáutica y aeronáutica.
Deportes ecuestres. Se realizan sobre animales. Por ejemplo: turf, polo, pato, cross-country, equitación.
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos son la celebración deportiva más grande a nivel mundial. Se realiza cada cuatro años con sede en una ciudad (que es definida con anterioridad por el comité deportivo internacional) y reúne a deportistas de los cinco continentes que participan en las distintas disciplinas deportivas representando a su país.
Existen los Juegos Olímpicos de verano y los Juegos Olímpicos de invierno que están inspirados en los juegos que se organizaban en la antigüedad en Olimpia, Grecia (siglo VIII a.C.). Los primeros Juegos Olímpicos modernos se desarrollaron en Atenas, Grecia en 1896.
Actualmente participan competidores de más de 200 países en 46 disciplinas, entre las que están: atletismo, baloncesto, ciclismo, remo, fútbol, hockey, taekwondo, tenis y voleibol.
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